Problemas en la piel

Problemas de la piel: qué son y a qué se deben

La piel, además de ser el órgano más grande de todo el cuerpo, es el que más expuesto está a cualquier tipo de factor ambiental. Por este motivo, suele sufrir ciertas afecciones provocadas por un sinfín de causas: infecciones virales o bacterianas, hongos, cualquier tipo de reacción alérgica, cáncer de piel o, incluso, problemas producidos por causas desconocidas.

Cuidar la piel se ha convertido en una de las mayores prioridades en tu listado de rutinas de belleza diarias. Cada uno conoce su piel mejor que nadie y sabe qué tipo de productos son los más adecuados para tratarla. 

En la actualidad, existen productos y tratamientos creados especialmente para cada tipo de piel. No importa si la piel tiene falta de hidratación, cicatrices o tendencia atópica. Cualquier problema en la piel se puede tratar para mantenerla lo más equilibrada posible.

¿Cuáles son los problemas de la piel más recurrentes?

Haciendo referencia a los problemas de la piel más recurrentes, comunes y con fácil tratamiento nombramos a los siguientes:

• Psoriasis, la afección bacteriana más popular. Se trata de la aparición de manchas rojas y con textura escamosa con tendencia a producir picores.
• Dermatitis y eczemas, categorizadas como reacciones alérgicas. 
• Rosácea, trastorno cutáneo facial causado por el enrojecimiento de ciertas zonas de la cara y el aumento perceptible de los vasos sanguíneos.
• Cuperosis, destacada por sus arañas vasculares faciales, irritación y rojeces.
• Verrugas. Estos pequeños bultos suelen aparecer por afección de algún virus. 

Piel atópica

La piel atópica es una enfermedad cutánea caracterizada por sequedad, enrojecimiento y tendencia a la irritación y al picor. Requiere cuidados específicos, usando productos para piel atópica como cremas emolientes, bálsamos reparadores y aceites limpiadores emolientes (sin jabón). Estos productos refuerzan la barrera cutánea, nutren intensamente y calman las pieles atópicas con eccema. Es fundamental evitar productos con alcoholes, y elegir fórmulas hipoalergénicas.

Piel seca

La piel seca se manifiesta con tirantez, descamación y falta de elasticidad. Los productos para piel seca, como cremas y leches corporales ricas en lípidos, aceites vegetales y manteca de karité, ayudan a restaurar la hidratación y suavidad. Los limpiadores suaves también son recomendables para evitar dañar la barrera cutánea y favorecer la deshidratación.

Piel con picor

El picor en la piel (prurito) puede deberse a sequedad, alergias, eccemas u otras afecciones. Para aliviarlo, existen productos para el picor como bálsamos calmantes, cremas con avena, vitamina B3 o ingredientes antipruriginosos. Estos productos hidratan, calman la irritación y protegen la piel delicada. Elige productos sin alcohol, sin perfume y testados dermatológicamente.

Piel agrietada

La piel agrietada suele aparecer en manos, pies, codos o labios, especialmente en invierno o tras contacto frecuente con agua o productos agresivos. Los productos para piel agrietada contienen ingredientes reparadores como pantenol, urea, glicerina o ceramidas, que ayudan a restaurar la barrera cutánea.

Piel sensible

La piel sensible reacciona fácilmente a factores externos, mostrando enrojecimiento, escozor o sensación de ardor. Es fundamental usar productos para piel sensible: cremas y limpiadores sin perfume, colorantes ni alcohol, formulados con activos calmantes como la avena, el bisabolol o el agua termal. Estos productos reducen la reactividad y refuerzan la tolerancia cutánea.

Eccemas

Los eccemas son inflamaciones de la piel que provocan enrojecimiento, descamación y picor intenso. Para tratarlos, existen productos para eccema limpia la piel con limpiadores sin jabón relipidizantes. Después de la ducha utiliza cremas emolientes específicas, bálsamos con ingredientes antiinflamatorios. Mantener la piel hidratada y evitar irritantes es clave en la prevención y control de los brotes.

Enrojecimiento

El enrojecimiento de la piel puede tener diversas causas: sensibilidad, rosácea, irritación o exposición solar. Los productos para piel enrojecida incluyen cremas calmantes, con ingredientes como niacinamida, centella asiática o agua termal, que ayudan a aliviar, fortalecer la piel y reducir el aspecto rojizo.

Manchas

Las manchas en la piel pueden ser consecuencia de la exposición solar, envejecimiento o cambios hormonales. Los productos para manchas contienen activos despigmentantes como la vitamina C, ácido kójico o ácido tranexámico, que ayudan a unificar el tono y reducir la intensidad de las manchas. Es fundamental complementar su uso con protector solar a diario.

Quemaduras

Las quemaduras leves (por sol, calor, fricción) requieren cuidados específicos. Los productos para quemaduras como cremas ultrareparadores para reforzar la barrera cutánea y reducir las marcas. Es importante evitar productos agresivos y proteger la zona del sol mientras cicatriza. Los productos para quemaduras no deben aplicarse sobre heridas abiertas.

Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que genera placas escamosas, rojas y con picor. Los productos para psoriasis suelen ser limpiadores syndet (sin jabón), emolientes e hidratantes con aloe vera, alantoína y niacinamida que ayudan a suavizar las placas, reducir rojeces y picor.

¿Qué es bueno para problemas en la piel?

Para el tratamiento de problemas en la piel, es fundamental utilizar productos dermatológicos específicos, adaptados a cada afección y tipo de piel. La clave está en mantener la piel limpia, bien hidratada y protegida de agentes irritantes. Ante cualquier duda o si los síntomas persisten, es recomendable consultar con un dermatólogo o farmacéutico para elegir el producto más adecuado y seguro.

¿Las farmacias venden productos para el cuidado de la piel?

Sí, en las farmacias puedes encontrar una amplia gama de productos para el cuidado de la piel: cremas hidratantes, emolientes, lociones calmantes, productos para piel atópica, sérums despigmentantes, protectores solares, y fórmulas específicas para eccema, psoriasis, quemaduras o piel sensible. Los productos de farmacia están testados dermatológicamente y ofrecen garantías de seguridad y eficacia, siendo recomendados por profesionales de la salud.

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