Aspirina
Aspirina: dolor, fiebre e inflamación
¿Qué es el ácido acetilsalicílico y para qué sirve?
La Aspirina (ácido acetilsalicílico, AAS) es un analgésico indicado para aliviar la fiebre y el dolor leve o moderado (de cabeza, muscular, de espalda y otros dolores. Es apto para aliviar los síntomas en mayores de 16 años.
Presentaciones de Aspirina
Comprimidos
Formato clásico para dolor y fiebre ocasional. Suelen ser de 500 mg. Ventaja: dosificación sencilla. Tomar con agua, preferiblemente después de las comidas para reducir la irritación gástrica.
Sobres
Granulado o efervescente para disolver en agua. Aporta la misma eficacia con una administración más cómoda para quienes prefieren formato bebible o tienen dificultad para tragar comprimidos.
Aspirina C
Asociación de ácido acetilsalicílico con vitamina C. Indicada cuando, además de dolor y fiebre, buscas un formato efervescente que resulte más agradable de tomar durante el resfriado.
Cómo tomar Aspirina
- Dosis orientativa en adultos: cada 4–6 horas según necesidad. Usar la dosis efectiva mínima durante el menor tiempo posible.
- Tomar con un vaso de agua y, con el estómago lleno. En efervescentes o sobres, disolver completamente antes de ingerir.
- No combinar con otros AINE o con alcohol para reducir riesgo gástrico.
- Si tomas medicación habitual (anticoagulantes, metotrexato, litio, ISRS, antidiabéticos, diuréticos, antihipertensivos), consulta por posibles interacciones.
¿Qué personas no deben tomar Aspirina?
- Menores de 16 años (riesgo de síndrome de Reye).
- Embarazo y lactancia salvo indicación médica específica.
- Alergia al AAS u otros AINE.
- Úlcera péptica activa, antecedentes de hemorragia digestiva o trastornos hemorrágicos.
- Asma sensible a AAS o pólipos nasales con intolerancia a salicilatos.
- Insuficiencia renal o hepática grave, insuficiencia cardiaca grave no controlada.
- Tratamiento con anticoagulantes orales o terapia antiagregante donde el riesgo supere el beneficio; siempre valorar con un profesional.
Ante cualquier duda o si aparecen dolor abdominal intenso, heces negras, erupciones, zumbidos de oídos o dificultad para respirar, suspende el uso y consulta.
Preguntas frecuentes sobre el medicamento
¿Qué es mejor, el paracetamol o la aspirina?
Depende del objetivo y tu perfil. Para fiebre y dolor en personas con riesgo gástrico o que toman anticoagulantes, suele preferirse paracetamol por su mejor tolerabilidad gastrointestinal y menor efecto sobre la coagulación. Aspirina puede ser útil cuando se busca, además, efecto antiinflamatorio, siempre que no existan contraindicaciones. En migraña o dolor inflamatorio, algunos pacientes responden mejor a AAS; en fiebre/dolor inespecífico, paracetamol es a menudo primera elección.
¿Cómo se llama la aspirina para el corazón?
El ácido acetilsalicílico es un antiagregante plaquetario. Es una indicación diferente, tiene distinta dosis, necesita seguimiento, y requiere valoración médica.
¿Se puede comprar online y sin receta?
Las presentaciones para dolor y fiebre se pueden adquirir online sin receta en farmacias autorizadas. Debes seguir las indicaciones del prospecto, comprobar posibles interacciones y, ante patologías crónicas o tratamientos concomitantes, consultar al farmacéutico.
¿Cuánto vale?
El precio varía según presentación (comprimidos, efervescentes, sobres), y el número de unidades. Las opciones más básicas suelen ser las más económicas; las efervescentes y combinadas (por ejemplo, con vitamina C) suelen tener un precio algo superior. Consulta la ficha del producto para ver el precio actualizado.
Elige la presentación que mejor se adapte a tus necesidades y tolerancia. Si tienes antecedentes digestivos, estás embarazada o en lactancia, o tomas medicación crónica, valora alternativas como paracetamol o consulta con nuestro equipo para seleccionar la opción más segura y eficaz para ti.
Nota informativa:
Farmacias Vivo recuerda que los contenidos aquí proporcionados son exclusivamente informativos y educativos, y en ningún caso sustituyen el consejo profesional o farmacéutico. La adquisición y uso de medicamentos debe realizarse siempre bajo prescripción o recomendación adecuada de un profesional sanitario autorizado.